La Seducción de los Inocentes, obra publicada en 1954, es quizás la más pérfida de las obras en relación -y en contra- del cómic, clínicamente maquinada por el médico y psiquiatra Fredic Wertham, que junto al apoyo del Gobierno e ignorante gran parte de la sociedad estadounidense, este documento se transformaría en el bastión y arma que en el año de 1955 daría fin a la Era de Oro del cómic, acusando a la historieta del origen y detonante de la delincuencia juvenil como consecuencia de la pérdida de valores y civismo entre la niñez y juventud que ávidamente las leían.
Así, con la instauración del Comic Code, auspiciada por la industria editorial y vigilada por el Gobierno, consecuencias que llevaron a la autocensura por parte de las casas editoriales, la desaparición de algunas de ellas, y la vergüenza en gran parte de los artistas creativos.
Hechos que condujeron a un aletargamiento en el cómic norteamericano que lo llevaría a una extrema -y extraña- ñoñez, a tal grado de etiquetar al cómic como solo un "producto para el mercado infantil". Pero aun, y a pesar de ello, el cómic despertaría por completo, vigorizado por su paso a través de las Eras de Plata y Bronce, ya más maduro… más oscuro, a casi tres décadas desde la Seducción de los Inocentes.
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